Y dijo el Señor: "Destruiré a la humanidad, que yo he creado, y la haré desaparecer de la tierra." Pero el Señor estaba complacido con Noé. Noé, varón justo, perfecto en sus generaciones, andaba en la voluntad de Dios.
Y Dios le dijo a Noé: "El fin de la humanidad se aproxima. Debido a que la gente ha llenado la tierra de violencia, Yo voy a destruirlos junto con la tierra.
Haz tú mismo un arca de madera. Construye habitaciones en ella y cúbrela con brea, por dentro y por fuera. Constrúyela de cuatrocientos cincuenta pies de largo, setenta y cinco pies de ancho, cuarenta y cinco pies de alto, pero hazle solamente una puerta.
Tú, tu esposa, tus tres hijos y sus esposas, deben entrar en el arca. Traeré también al arca un macho y una hembra de todos los animales, para guardarles la vida junto contigo.
Una pareja de cada especie irán contigo, pero llevarás siete de todos los animales que Yo he santificado."
Mientras construía el arca, Noé predicaba a la gente perversa, diciéndoles: "Todos aquellos que se nieguen ha honrar a Dios, serán destruidos." Tristemente, todos se burlaban de Noé, riéndose de la advertencia de Dios.
Pero Noé y su familia creyeron a Dios, y así en el día convenido ellos entraron al arca, y el Señor cerró la puerta
Finalmente, el agua cubrió toda la tierra, incluyendo las colinas y las montañas.
Todas las criaturas vivas murieron. Aves, ganado, animales que caminaban y reptiles, y todo ser humano-todos perecieron ahogados en el agua.
Las aguas cubrieron la tierra durante ciento cincuenta días. Pero Dios estuvo pendiente de Noé y de toda cosa viviente en el arca. Luego Dios hizo que un viento pasara encima de la tierra causando que bajara el nivel de agua. Las aguas continuaron bajando.
Cuando el arca vino a descansar en las montañas de Ararat, y las plantas empezaron a crecer una vez más, Dios habló a Noé, diciendo, "Sale del arca, tu y cada cosa viviente contigo." Y ellos salieron.
Entonces Noé erigió un altar y ofreció un sacrificio al Señor.
Después, Dios bendijo a Noé y sus hijos, diciéndoles, "Sean fructíferos, tengan muchos niños, y aumenten la población de la tierra. Además de las plantas que te di para la comida, ahora se entregan los animales en tus manos para comer.
Entonces Dios dijo, "Yo estoy estableciendo Mi promesa contigo, y con tus descendientes. Nunca de nuevo morirán todas las personas y animales en un diluvio.
Yo pongo Mi arco iris en las nubes como una prueba de Mi promesa.
Siempre que yo traiga las nubes de lluvia encima de la tierra, tu verás el arco iris y yo lo veré también, y honrare Mi pacto."
MARANATA
No es el Fin.
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